El Padre Jesús Alfredo Quezada-Ávila llega a nosotros como sacerdote misionero gracias a la generosidad de su Obispo Juan Espinoza Jiménez de la Diócesis de Aguascalientes, México. El idioma principal del Padre Alfredo es el español, pero también habla inglés e italiano. Como vicario parroquial aquí, su función principal es servir a nuestra comunidad hispana.

​

El Padre Alfredo creció en la ciudad de Aguascalientes y tiene cuatro hermanos menores. Tiene tres hermanas y un hermano que también es sacerdote. Es graduado del Seminario Diocesano Aguascalientes y fue ordenado sacerdote el 3 de junio de 1999. La primera asignación clerical del Padre Alfredo fue como vicario parroquial en una pequeña parroquia rural, San Miguel Arcángel, en su diócesis. Luego de 15 meses allí, fue reasignado a la parroquia urbana de Tres Ave María en la ciudad de Aguascalientes como vicario parroquial. Padre pasó 15 meses allí antes de ser reasignado al Colegio Independencia en Aguascalientes, donde enseñó ética y filosofía a nivel de secundaria durante dos años. 

Los tres años siguientes fueron emocionantes para el Padre Alfredo. Su obispo lo envió a Roma para estudiar en la Universidad Pontificia Salesiana. Allí centró sus estudios en la ciencia de la educación: métodos de aprendizaje para instruir a los profesores en el arte de enseñar y cómo equipar a las personas con las habilidades necesarias para tener éxito como director y líder escolar. El Padre Alfredo estuvo en Roma durante el período histórico de la muerte del Papa Juan Pablo II y el cónclave papal que convocó y eligió al Papa Benedicto XVI.

 

Al regresar a México después de recibir su licenciatura, el Padre Alfredo se convirtió en director de educación religiosa infantil de la Diócesis de Aguascalientes y vicario parroquial de la parroquia Cristo Sacerdote. Tres años más tarde, el obispo Thomas J. Olmsted de Phoenix, Arizona, solicitó su servicio como sacerdote misionero. En Phoenix, el padre sirvió en la parroquia bilingüe de St. Mary durante un año como párroco asociado y luego fue asignado como párroco a la parroquia de habla hispana de Saint Margaret, donde permaneció durante los siguientes cinco años.

 

El Padre Alfredo regresó a México después de seis años en los Estados Unidos para convertirse en capellán del Colegio Cristóbal Colón, una escuela primaria K-8 en la Diócesis de Aguascalientes. Después de dos años en ese cargo, regresó a Phoenix para servir como párroco en St. William durante cuatro meses y luego regresó a México para servir como vicario parroquial en Santa María de Guadalupe. ¡Cinco meses después, hizo sus maletas para Príncipe de Paz! Al Padre Alfredo le gusta escuchar música clásica, jugar ráquetbol, nadar y leer.